sábado, 1 de octubre de 2011

Inicio de un "Curso" diferente

Breve resumen de sólo dos días de clase: Parece que ha sido un prueba de examen, conseguir matricular a tiempo a un chico que estaba en tierra de nadie, perder un año o ganarlo, aunque sólo como trampolín a un estímulo que le abriera una puerta... parece no importar y sin embargo cientos de familias vivimos experiencias con nuestros hijos, mareantes, decepcionantes casi depresivas que hay que controlar con tesón y esperanza hasta dar la vuelta a la ruleta y forzar un nuevo destino...

El despropósito de un castillo que para nada sirve, decenas de almenas, decenas de corredores, cientos de ventanillas, incabables documentos, trémulos despachos, todo un delirio que nuestros antepasados ya soñaron, o tal vez predijeron...

En resumen, en esta primera entrada que quizá signifique mi propia salida, está el nuevo sueño de mi hijo, un chico adolescente, crédulo, ingénuo, alegre, cariñoso, soñador y seguro, parecía que se le había terminado su luz, sin analizar ahora, por qué, el paso de su niñez a una juventud forzada parecía no haberle dejado sitio a la adolescencia... del colegio al instituto, de la seguridad y la protección al temor y la responsabilidad, comprimido todo en una experiencia deslabazada, inconexa, acomplejada y sin rumbo.

Hoy está matriculado en un curso de iniciación profesional, he vuelto a verle sonreír y sentirle inlusionado, creo que le espera un camino nuevo, quiero creer que volverá a sentir la confianza que perdió en sí mismo y espero y trabajaré para ello, e inicie la andadura bella de crecer aprendiendo, valorando lo que haga, superando cada empeño...